Llega abril y con este nuevo mes un espacio para reflexionar sobre los 3 primeros meses del año, que estuvieron muy movidos debido al gran número de deadlines para presentar formularios y referidos a diferentes rankings, en diversas áreas de práctica, a lo largo de la región.
Para nadie es un secreto que las firmas de abogados ven con angustia la época de rankings, y con razón. Significa trabajo adicional para sus socios y asociados en cuanto a la recopilación de casos, lo que requiere de memoria, paciencia y tiempo para buscar la información necesaria. Sumado a lo anterior, es necesario un esfuerzo adicional por compilar la información relevante de los casos en un lenguaje común y no técnico- jurídico, teniendo en cuenta que los rankings son un estudio de mercado y que quien evalúa no es abogado de profesión y eventualmente no sea del país o de la región que le es asignado.
Por eso, equipos como el de Upwyse, conformado por abogadas y comunicadoras, aportamos con nuestra experiencia y nuestro conocimiento en la redacción de los formularios, de manera que a través de ellos se pueda transmitir el valor agregado de las firmas y lograr obtener una correcta evaluación.
Toda esta experiencia nos ha llevado a identificar algunas buenas prácticas que qué queremos compartirles en este en esta entrada al blog:
1. Anticiparse: Un Banco de credenciales es la mejor forma de anticipar el trabajo de rankings. Para hacerlo sencillo, se trata de una herramienta de recopilación de los datos principales de los asuntos tratados a lo largo del año. Es muy útil hacerlo de forma tal que permite ubicar la información por industria, área de práctica, equipo involucrado, entre otros criterios. Lo que se busca con esta herramienta es recopilar la información de manera periódica, de forma tal que después de 12 meses se cuente con todos los datos de los casos atendidos.
2. Identificación de casos relevantes: En línea con la recomendación anterior, es clave aprender a identificar los asuntos relevantes que vale la pena incluir en los formularios. Entendemos que cada asunto que maneja un abogado para un cliente tiene cierta importancia, pero hay que entender la finalidad de reportar asuntos a los directorios legales y, en ese sentido, debe hacerse una selección que reponda a los criterios de evaluación de éstos, tales como cliente, valor de la transacción o del asunto, innovación en la solución o impacto del apoyo en el cliente, entre otros.
3. Disponibilidad para trabajar con asesores externos: Si la firma decide trabajar con asesores externos que acompañen la gestión de los formularios, es importante tener en cuenta que quien conoce a profundidad su área de práctica y sus casos es el socio y/o su equipo. Por ello, nuestra recomendación es estar abiertos a trabajar en dupla con los externos, a revisar, a sugerir, de manera que salga un formulario robusto, entendible y atractivo.
4. Selección de referidos: Es importante entender que lo que buscamos a incluirlos el contacto de un cliente en un listado de referidos es que estén en la capacidad de hablar sobre nuestro trabajo, independientemente del cargo que tengan las personas con las que trabajamos. De nada nos sirve citar a un secretario general o a un director legal, si no es la persona con la que trabajamos día a día y si al momento de ser contactada: a) no tiene tiempo y/o b) desconoce cómo se llevó a cabo el proceso o la asesoría. Así, es importante seleccionar a conciencia porque en muchos de los en algunos directorios pesa mucho la retroalimentación que den esos clientes de las firmas y sus equipos. Esperamos que estas buenas prácticas o recomendaciones les resulten de utilidad. Cualquier duda o comentario, ¡no dejen de contactarnos!